El Macizo Granítico de Castelo Branco (MGCB) es constituido por cinco diferentes “facies” graníticas (aspecto exterior - conjunto de rocas con determinadas características litológicas que las distingue de las demás); dispuestas concéntricamente, con una edad de 310 + 1 Ma (tardi-tectónicos (ocurre al final) relativamente a la tercera fase de deformación varisca) aflorando en un área de 390 Km2. El granito de Barrocal (GBR) es un granito de dos micas, con cantidades idénticas de biotita y moscovita, es de grano medio a grueso. El proceso de cristalización fraccionada de este granito fue muy lento, durante cerca de 4 millones de años. El MGCB está asociado a la instalación de una gigantesca masa magmática hace unos 310 + 1 Ma y localizada originalmente a una profundidad estimada de 30 Km y con una temperatura de cristalización iniciada a los 750º. El granito fue el resultado de la fusión en profundidad de materiales que formaban la corteza terrestre durante la formación de una cordillera de montañas en la constitución del supercontinente Pangea (Orogenia Varisca).
Extractode Antunes, M., “As origens do Barrocal”. Monografíadel Parque de Barrocal, 2020.
Barrocal de Castelo Branco es un modelo de paisaje granítico de aspecto uniforme, compuesto por bloques de hasta 22 metros de dimensión mayor. Barrocal (Berrocal) es una expresión popular que se atribuye a un terreno repleto de grandes piedras o peñascos (berrocales). En su definición científica dada por la Geomorfología, la disciplina de las Ciencias de La Tierra que se dedica al estudio de la dinámica de las formas de paisaje, Barrocal forma un Domo circular con grandes bloques graníticos residuales, resultando de la evolución erosiva de un macizo granítico. Barrocal, conocido con este nombre por las gentes de las tierras desde hace muchos siglos, es así un ejemplo clásico de este modelado granítico. La colina en forma de domo de Barrocal tiene una disposición Noroeste-Sureste, con una longitud máxima de 1200 metros y un ancho máximo de 730 metros, elevándose 30-35 metros sobre el plano de la ciudad. Barrocal, expuesto durante casi 50 millones de años, evolucionó como forma de relevo en los últimos 4-5 millones de años. La evolución de las formas graníticas de Barrocal se dan muy lentamente y se desenvuelve, sobre todo, al nivel del suelo y por debajo, debiendo de haber existido erosión para que puedan salir a la superficie.
La degradación climática asociada a las glaciaciones del Cuaternario, aliado con el levantamiento tectónico que se hace sentir en la región por el movimiento vertical de la Falla de Ponsul-Gata, hizo posible el encaje de la red de drenaje de la Riviera de Pipa, conduciendo a la erosión, al modelado y a la exposición de las diferentes geoformas graníticas que constituyen Barrocal. Barrocal de Castelo Branco es uno de los 33 Sitios de Importancia Geológica actualmente identificados en el municipio de Castelo Branco, dentro del ámbito del Geopark Naturtejo Mundial de la UNESCO, debido a la complejidad de la evolución geomorfológica que demuestra.
Extracto de Neto de Carvalho, C., “As formas de uma Paisagem de Pedra”, Monografia do Parque do Barrocal (2020)
El Granito de Barrocal pertenece al Macizo Granítico de Castelo Branco, con un área de 390 Km2, rodeado por rocas metamórficas más antiguas, popularmente conocidas como «xistos» (similar a la pizarra). No hay ninguna piedra así en ninguna parte del mundo y por eso es tan admirada).
Posee en su constitución, también cristales de apatita, circón, ilmenita, andalucita, cordierita, sillimanita. Su origen está asociado a la instalación de una gigantesca masa magmática localizada en una profundidad estimada de 30 km y con una temperatura de cristalización iniciada a los 750º C, con fecha de cerca de 310 + 1 Ma. Este granito fue resultado de la fusión en profundidad de los materiales constituyentes de la corteza terrestre durante la formación de una cadena montañosa que fue creando el supercontinente Pangea (Orogenia Varisca).
Durante la danza constante de las placas tectónicas, el Granito de Barrocal terminó siendo elevado a la superficie terrestre, no sin antes haber sido limado y retocado por la erosión, gota a gota, de las aguas subterráneas. De las diversas geoformas graníticas peliculares al domo de Barrocal se destacan los bolos, los bloques pedunculados, bloques separados, bloques penitentes, formas de llama, lajeado, concavidades esféricas, tipo vasijas, acanaladuras y una pequeña colina o tor. Es de realzar además para los innumerables enclaves de rocas que se encajan y evidencias del flujo magmático, de cuando la roca era todavía un río de magma en movimiento telúrico a decenas de kilómetros de profundidad.
En las áreas abiertas se forma una compleja asociación de arbustos, destacándose la Escoba Blanca (Cytisus multiflorus) y el Codeso (Adernocarpos lainzii), dos endemismos ibéricos.
+ infoEn el Parque de Barrocal se distinguen dos dominios florísticos bien diferenciados, el continental, representado por el Roble negro (Quercus pirenaica), y el mediterráneo, con el Alcornoque (Quercus suber) y la Encina, llamado también de Chaparro (Quercus rotundifolia). En el sotobosque, se encuentran especies aromáticas y melíferas, como el Romero (Lavandula pedunculata) y la Jara Pringosa (Cistus ladanifer), plantas con bayas comestibles como Espino albar (Crataegus mongyna) y la Zarzamora (Rubus ulmifolius). Se destacan diversas plantas medicinales y condimentares, entre las cuales el Hipericón (Hypericum perforatum) y el Mastranzo o Hierba buena (Mentha suaveolens). Las escobas, como la Escoba blanca (Cytisus multiflorus) y el Escobón o Escoba Portuguesa (Cytisus striatus) llenan la primavera de color. Encontramos también algunos endemismos ibéricos, como el Codeso (Adernocarpus lainzii).
El Parque de Barrocal ofrece a quien recorre el paseo peatonal creado para la contemplación de la naturaleza con una significativa diversidad botánica, en la cual se incluyen diversos endemismos ibéricos. Conseguimos distinguir por lo menos cuatro tipos de hábitats donde observamos las especies asociadas al substrato de origen granítico: Floresta mixta de roble. Arbustos mediterráneos. Lagunajos de agua dulce con manantial y lagunajo mediterráneo temporal. Prados naturales.
Extracto de Pinto, S., “As plantas do Parque”, Monografia do Parque do Barrocal (2020)
Conspicuos durante la primavera, las aves hacen oír sus cantos nupciales e innumerables especies utilizan el Barrocal para anidar. A todo lo largo del año, otras especies pasan por aquí durante la migración otoñal, como el Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca), o inviernan aquí, como la Bisbita pratense (Anthus pratensis), el Zorzal común (Turdus philomelos) y el Petirrojo europeo (Erithacus rubecula).
+ infoEl día comienza a despuntar en el Parque de Barrocal. Antes de los primeros rayos del sol, ya las aves nocturnas como el Chotacabras pardo, la Lechuza campestre o el Búho gallego regresan a sus abrigos diurnos. Los mamíferos (carnívoros, herbívoros e insectívoros) como el Tejón, el Zorro, el Conejo de monte, el Erizo y los murciélagos, así como las respectivas presas, ahora sin la protección de la oscuridad de la noche, descansan igualmente en sus refugios. De la misma forma, la Salamandra común, que aprovechó la humedad de la noche para alimentarse o ir por la hembra, se abriga ahora debajo de una piedra o de un tronco podrido, o escondida en un muro de piedra, protegiendo su piel sensible del ar seco del día.
Dan, entonces, lugar a los adoradores del Sol, que comienzan a despertar para un nuevo día y para el ajetreo de la vida que agita el paisaje. El aire se llena de los cantos y encantos del Milro, de la Curruca Capirotada, del Verdecillo, de la Cojugada común o del Verderón europeo, como que deseando dar los buenos días. Es también la hora de las mariposas diurnas, como la Manto bicolor, la Cejialba, la Mariposa Arlequín o la Maravilla, ahora bastante activas, para ir por el néctar delicioso o por una pareja para dar origen a una nueva generación y promover la perpetuación de la especie. Aves de rapiña como el Águila ratonera, el Águila calzada y el Águila culebrera sobrevuelan el Parque, en la búsqueda de roedores o reptiles más imprudentes. Y cigüeñas blancas cruzan los cielos de Barrocal, en los repetidos viajes entre sus nidos urbanos y los campos donde se alimentan.
Es la naturaleza viva del Parque de Barrocal que nos encanta y deslumbra.
Extracto de Romão, F., “Os Bichos do Parque em 24h”, Monografia do Parque do Barrocal (2020)
En el panorama de la arqueología de Castelo Branco, Barrocal es un lugar paradigmático en el ámbito de la Prehistoria Reciente con inconfundibles huellas arqueológicas que remontan por lo menos a los finales del II / inicios del I milenio a.C. Esto significa, por lo tanto, que hace 3000 años, durante la Era del Bronce Final, entre el siglo XIII / XII a.C. y finales del siglo XI / inicios del siglo VIII a.C., Barrocal tuvo una ocupación humana indisociable del local en sí y con gran expresión en el paisaje envolvente.
+ infoContrariamente a una tipología prevaleciente de pueblos de altura, Barrocal presenta una forma de ocupación del espacio diferente en esta misma red de poblamiento, que hace de él un lugar peculiar. La implantación en la encuesta suave de una pequeña colina remite para la tipología de los pueblos abiertos, que han sido apellidados de “granjas agrícolas” y son más frecuentes en el Valle del Tajo. La investigación, que se encuentra en una fase bastante preliminar, corrobora con base en el registro arqueológico, la existencia de una ocupación multifuncional del espacio donde coexistieron en simultaneo un pueblo abierto y un santuario rupestre al aire libre en perfecta simbiosis. Se trata, por eso, de un caso singular y, hasta el momento, sin paralelos en este territorio.
Extracto de Mendes, C., Caninas, J., Henriques, F., Robles Henriques, F., Carvalho, E., “O Homem na Paisagem”, Monografia do Parque do Barrocal (2020)
El espacio designado hoy por Barrocal constituye el último reducto, un enorme terreno que perduró del caos de bloques que otrora se extendía alrededor de la ciudad. Es de presumir que en el pasado distintas designaciones identificarían los varios grupos rocosos o los afloramientos que topográficamente sobresalían y se imponían al verlos. El tiempo que todo diluye, en su fluir, hizo desaparecer memorias locativas. Pero, en el actual espacio matriz de construcción rústica de Castelo Branco, perduraron y se mantienen algunos topónimos como Barroca de los Castellanos, Barroca de las Hormigas, Barroca de las Avispas, Barrocal o Barrocal a la Pipa, demostrando, una vez más, que la toponimia es una verdadera epigrafía del suelo.
Los alrededores no se alejaban mucho de la descripción dada por el Barón von Wiederhold cuando, en 1798, nos daba estas notas: «La ciudad es muy rocosa. A pesar de haber tantas rocas, los campos están tanto cuanto posible cultivados, en parte el suelo es arenoso». A finales del siglo XIX la esperada llegada, a estas latitudes del interior de la región da Beira, del ferrocarril que seccionó el enorme Barrocal localizado a naciente y el más alejado de las envejecidas murallas de la ciudad, dividiéndolo en dos partes, intensificando un sentido de área remota de espacio. A lo largo de su historia, Barrocal conjugó realidades y experiencias objetivas y subjetivas del cotidiano cíclico de la comunidad, convirtiéndose en un territorio de expresión de los deseos, de las ilusiones y de las frustraciones, materializando un paisaje espejo de los amores y de los recelos urbanos. Es esa interacción entre lo natural y los ritmos de la vida humana iluminaron todos los Genius Loci personales que Barrocal une.
Extracto de Neto Salvado, A., Salvado, P., “Barrocal as Memórias e os Sentires”, Monografia do Parque do Barrocal (2020)
Barrocal es parte de la ciudad. Algunos de los principales y más antiguos monumentos históricos de Castelo Branco fueron construidos con Granito Barrocal. Sin embargo, fue la construcción de la vía férrea y de la zona industrial adyacente a fines del siglo XIX, junto con la apertura de bulevares como Nuno Álvares Blv., lo que propició la apertura de varias canteras para proveer de materia prima para la construcción. . Las cicatrices dejadas por estas canteras, los estanques y los espacios entre los grandes montones de granito guardan el recuerdo de horas de juego y aventuras en el Barrocal, de generación en generación.
La ocupación humana en la zona del Barrocal se remonta a finales del II milenio/principios del I milenio antes de Cristo. Los numerosos restos arqueológicos desenterrados (cerámica manual, hachas de piedra, muelas, etc.) y la presencia de un Santuario Prehistórico al aire libre, muestran que posiblemente en un espacio de hábitat se desarrollaron actividades profanas y sagradas.