¡Veamos que aquí surge la “cereza” granítica en la cima del domo de Barrocal! A los 425 metros de altitud y a más de 40 metros por encima de la Meseta, los paisajes son extensos y variados, culminando en las montañas que las limitan a occidente, norte y oriente, y en el infinito horizonte para sur. El vértice geodésico, conocido popularmente como Talefe, que nos surge en el punto más elevado, es una señal que indica una posición cartográfica exacta y que forma parte de una red de triángulos que comenzó a ser construida en Portugal en 1790.

Este túnel con la forma de un lagarto ondulante entre grandes rocas hace la transición entre la zona del parque más próxima de la ciudad y la de su interior, donde los miradores se extienden para contemplación del paisaje de Barrocal y de su zona envolvente rural. Siendo un recorrido más sombreado, permite a los visitantes detenerse a descansar y a contemplar los juegos de luz y de sombra, que van variando a lo largo del día y con las estaciones del año.

Ha llegado al Círculo del Domo, el punto de encuentro en el centro del Parque de Barrocal. Este círculo invita al descanso y a pequeñas reuniones, eventos culturales, clases y charlas, donde se puede aprender sobre Barrocal, mientras puede contemplar la vista privilegiada cuesta abajo, hasta la Sierra de S. Pedro, en España.

En el plano de Castelo Branco, pero en las afueras de la ciudad, se esconde, entre olivos y encinas centenarias, el Santuario de Nuestra Señora de Mércoles. Entre este y la Capilla de Santa Ana se localiza una villa romana, donde aún se pueden encontrar una represa y un puente. Con orígenes templarios a finales del siglo XIII, la ermita fue construida en el ´sec. XV. Es hoy, el centro de una de las romerías más reconocidas de la región, que se realizan en la Pascua. Esta romería tuvo inicio en 1601 para cumplir promesas por la salvación de los habitantes de Castelo Branco de una epidemia.

Saliendo del plano de Castelo Branco, surge una elevación topográfica de cuarcito, crece el monte de S. Martiño con 435 metros de altitud. Con ocupación humana desde el Neolítico, fue un pueblo con fortificaciones desde la Edad de Bronce Final hasta el período Romano. En la cima, se observa la Capilla de S. Martiño, de origen medieval.

En el Parque de Barrocal, el Roble negro o Melojo (Quercus pirenaica) es el árbol dominante. Mantiene una asociación vegetal repartida por varios estratos. En el estrato arbustivo, podemos encontrar especies variadas de plantas como el Espino Común (Crataegus monogyna), el Piruétano (Pirus bourgaeana) y la zarzamora (Rubus ulmifolius), así como el Halimium umbellatum subsp viscosum, una subespecie de esteva y el Torvisco (Daphne gridium). En las zonas más abiertas, con más luz, surge el Escobón (Cytisus striatus) y la Escoba blanca ((Cytisus multiflorus), esta última un endemismo ibérico. El estrato más bajo, el herbáceo, está compuesto por pequeñas plantas, algunas de ellas de crecimiento postrado, otras de carácter trepador o tipo liana. Dentro de estas se incluyen la Pistoloquia (Aristolochia paucinervis), la Durieu o Candileja (Arisarum simorrhinum), la Madreselva mediterránea (Lonicera implexa) y la Violeta chica (Viola kitaibeliana). Muchas otras completan este cuadro botánico con sus colores vivos, como el Jacinto de los bosques (Hyacinthoiedes hispánica), la Hierba del querer (Muscari comosum) y el Hipericón o Hierba de San Juan (Hypericum perforatum).

‍El granito es una roca esencialmente compuesta por minerales como feldespato, cuarzo y micas. Debajo de nuestros pies, el agua de las lluvias que se infiltra por las fisuras existentes en la roca hidrata feldespatos y micas, transformando poco a poco estos minerales en arcillas. Este proceso que cuenta con la ayuda de los ácidos húmedos y de sales que se disuelven y van a separar las rocas. Muy lentamente, los granos de cuarzo y otros minerales más resistentes son expuestos en la superficie de las rocas, las arestas vivas son suavizadas y sus formas van quedando redondeadas.  Las alteraciones climáticas que se van sucediendo y que determinan variaciones de temperatura, de volumen e intensidad de las lluvias, así como el tipo y densidad de la vegetación, son los modeladores y presentadores de estas geoformas graníticas. Barrocal es un paisaje que resulta de las alteraciones climáticas.

La primavera es la época más rica y con más actividad pues coincide con el período reproductivo y con el regreso de muchas especies de sus locales de invernada en África. En este periodo son fácilmente observables, pues ocupan su tiempo cantando, definiendo territorios, en sus rituales de apareamiento, en la construcción del nido y en el ajetreo por la búsqueda de alimento. El verano representa un período de actividad sutil, pues el período reproductor se aproxima del fin y las crías ya salieron del nido o están a punto de hacerlo. En esta altura es preferible tratar de observar aves en las primeras horas frescas de la mañana. Agosto, septiembre y octubre corresponden al final del verano y al período preotoñal, cuando muchas especies inician sus movimientos migratorios de regreso a África. Con alguna dedicación, podemos presenciar el paso de especies menos comunes o unidos en grandes bandos. En el otoño o en el invierno, recibimos un conjunto de especies de invierno, que aquí encuentran refugio y alimento, “huyendo” a los rigores del clima del Norte de Europa.